El pasado mes de mayo de 2019, la Policía llevo a cabo una operación contra el amaño de partidos y apuestas ilegales en el mundo del deporte español, operación en la que se encuentran vinculados varios jugadores, técnicos y directivos de equipos desde Primera División hasta las divisiones inferiores del mundo del fútbol.
El origen de las labores de instrucción comenzaron con la denuncia en mayo de 2018 debido a movimientos e irregularidades detectadas en las casas de apuestas y en especial en el partido que se disputaba en Segunda División Huesca – Nástic de Tarragona en el cual, en dicho evento se dispararon las apuestas en volúmenes superiores a lo norma (hasta 14 veces superior a cualquier otro partido)
Ante tal situación el Comité de Competición incoó un procedimiento disciplinario a ambos equipos.
Pero el fútbol de Primera División no se libra de estos presuntos amaños, el partido disputado entre Valladolid – Valencia CF también estaba bajo sospecha policial.
La investigación fue dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 5 de Huesca, en el que se llevaron a cabo numerosas detenciones de lasque destacamos nombres importantes en el mundo del deporte como por ejemplo: los futbolistas Raúl Bravo (presunto cabecilla de la trama), Borja Fernández, Samuel Saiz, Carlos Aranda, Íñigo López, Carlos Caballero, directivos como por ejemplo Agustín Lasaosa (presidente de la Sociedad Deportiva Huesca) e integrantes del equipo técnico como Juan Carlos Galindo Lanuza.
La investigación, según la Policía, ha descubierto que los investigados alcanzaban acuerdos con diferentes jugadores de Primera y Segunda División para amañar esos dos partidos, mientras que otro de Tercera División resultó infructuoso, aunque los jugadores implicados se comprometieron a compensar las pérdidas realizando otro en el futuro.
Según la Policía, estas conductas se realizaban en varias fases. En la primera se seleccionaban los partidos, bien del inicio de la liga o de su final. En su segunda fase se intentaban pactar apuestas combinadas (resultados parcial y final, resultado final y córneres…), lo que les permitía incrementar notablemente los márgenes de ganancia.
Una vez aceptado el amaño, el pago a los jugadores implicados se producía siempre en metálico y en dos plazos: una previa al encuentro y otra una vez producido el resultado pactado.
Uno de los momentos clave de la operación fueron la labor de la Policía para interceptar conversaciones de WhatsApp donde un reciente informe incorporado al sumario destaca el aviso de uno de los cabecilla para que todos los autores fueran a retirar el dinero. En el que fuera un presunto amaño del partido Reus – Valladolid de temporadas anteriores.
Los investigadores concluyen que cada futbolista del Reus cobró 10.000 euros. Tras recibir este informe, el titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Huesca, ha imputado a los 25 jugadores que formaban parte de su plantilla aquel año, según recoge un auto dictado el 6 de marzo y conocido desde el pasado 10 de marzo de 2020.
En estas conversaciones de WhatsApp los jugadores pedían que «se llevaran las «botas» (palabra con la que se referían al dinero)» La policía cree que los amaños se ocultaron con facturas falsas de catering y supuestas obras (Catering San Lorenzo y la constructora Pryobra.) que se realizaban en los estadios de los clubes implicados.
Ante estas situaciones, hay que aclarar una cuestión ¿son delitos las primas a terceros? ¿a qué se enfrentan estos investigados?
En septiembre de 2019, el TAS, el más alto tribunal deportivo, zanjó el asunto en su ámbito con un fallo en el que dejó escrito lo siguiente: “El pago de primas por parte de terceros para jugar bien es una actividad claramente dirigida a influir en el resultado de un partido. Por tanto, no solo están incluidas entre las actividades contempladas en el artículo 2.08 de las reglas de la UEL, sino que también (i) constituyen una violación de los objetivos y principios estatutarios de la UEFA, (ii) ejercen una influencia sobre la competición, y (iii) podrían implicar una ventaja injusta para el ofertante. Además, las primas de terceros infringen el juego limpio que debe regir el mundo del fútbol, la integridad de la competición, y son una clara violación de los valores deportivos”.
Frente a los actos cometidos por parte de los implicados cabría poder aplicarles las siguientes normas legales y de competición:
–Código Penal (art. 286 bis 4). Castiga “aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado”. De acuerdo a dicho artículo, las sanciones aplicables van de las penas de prisión de seis meses hasta cuatro años a la inhabilitación de uno a seis años y a multas de hasta 5,5 millones de euros.
–Código Disciplinario de la RFEF califica de “infracción muy grave” “toda conducta dirigida a la predeterminación de resultados”, texto recogido en su artículo 75. Dichas sanciones son inhabilitación por tiempo de dos a cinco años, deducción de seis puntos en la clasificación de los clubs implicados y la anulación del encuentro.
–Estatutos de LaLiga (art. 69.2 i) “Supondrán una infracción muy grave las actuaciones dirigidas a predeterminar, determinar o alterar en cualquier tiempo y/o forma, mediante precio, intimidación o simples acuerdos, el resultado de un partido o competición.
–Código Disciplinario de la Federación Española de Fútbol (art. 82.1) “La promesa o entrega de cantidades en efectivo o compensaciones evaluables en dinero por parte de un tercer club como estímulo para lograr obtener un resultado positivo, así como su aceptación o recepción, se sancionarán con suspensión por tiempo de uno a seis meses a las personas que hubieren sido responsables, y se impondrá a los clubes implicados y a los receptores multa en cuantía de 3.005,06 euros”. El artículo 75 también castiga “toda conducta dirigida a la predeterminación de resultados” con inhabilitación de 2 a 5 años.
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